En 2014, Kaly y Dani llevaron a cabo un proyecto pionero en colaboración con la Universidad Politécnica de Cataluña, centrado en la detección de meteoritos mediante el uso de perros entrenados. Este innovador enfoque combinaba ciencia, olfato canino y exploración terrestre, algo nunca antes aplicado en este campo. El objetivo era determinar si los perros, con el adiestramiento adecuado, podían localizar fragmentos de meteoritos caídos en zonas de difícil acceso. El proyecto fue un éxito rotundo y despertó el interés de diversos sectores científicos, además de tener una amplia repercusión en medios de comunicación nacionales e internacionales.
La protagonista de este logro fue Kaly, una hembra de pastor australiano altamente motivada, que tras meses de trabajo se convirtió en el primer perro detector de meteoritos reconocido a nivel internacional. Gracias a su capacidad olfativa y su habilidad para el rastreo en campo abierto, Kaly no solo cumplió con los objetivos del estudio, sino que también participó en años posteriores en nuevas misiones científicas. Su colaboración con organismos internacionales en la búsqueda de meteoritos consolidó su figura como pionera en este ámbito tan singular y específico.
En 2017, Dani continuó su trayectoria en proyectos de vanguardia aplicados al adiestramiento canino, esta vez centrado en el ámbito de la salud animal. Desarrolló un protocolo completo para la detección de la enfermedad de leishmaniosis en perros, con el objetivo de detectar la enfermedad de forma temprana mediante el olfato canino. El proyecto requirió una formación intensiva y una gran dedicación, y culminó con el entrenamiento del primer perro detector especializado en leishmaniosis. Este avance representó un hito dentro del sector veterinario y fue ampliamente difundido por distintos medios de comunicación nacionales, que destacaron tanto la utilidad del método como el compromiso de Dani Niza con el bienestar y la innovación en el trabajo con perros.
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